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Cuando pienso en Nueva York hay muchas ideas que pasan por mi mente... Me imagino las millones de historias que se desenvuelven en esta célebre y emblemática ciudad y siento una gran curiosidad por vivir mi propia experiencia, por ser parte de la capital del mundo.
Cuando pienso en Nueva York pienso en una ciudad para todos, en un lugar donde cada persona en este planeta puede encontrar un espacio que lo identifique, puede disfrutar plenamente la esencia de la ciudad y puede adoptar un poco del estilo de vida americano.
Cuando pienso en Nueva York recuerdo las muchas películas y series en las que pude apreciar la belleza, la emoción, la popularidad o la crueldad de la ciudad, y no puedo evitar verme a mí misma en aquellas situaciones, jugando a ser el personaje principal que intenta lidiar con los obstáculos que esta impone, que vive la ciudad como si fuera dueño de ella o que vive asombrosas aventuras en medio de sus calles y parques.
Cuando pienso en Nueva York pienso en su historia, en la trascendencia económica, política y cultural que tiene para el mundo, y en la huella que deja tanto en sus habitantes como en sus visitantes.
Siento un gran deseo de visitar Nueva York... Tengo la emoción de saber que algún día estaré allí para admirar su arquitectura, sus rascacielos, sus museos, sus parques, sus restaurantes y por supuesto, su gente. Sé que Nueva York espera por mí... Así que continuaré soñando el día en que ese momento por fín llegue.
Cuando pienso en Nueva York hay muchas ideas que pasan por mi mente... Me imagino las millones de historias que se desenvuelven en esta célebre y emblemática ciudad y siento una gran curiosidad por vivir mi propia experiencia, por ser parte de la capital del mundo.
Cuando pienso en Nueva York pienso en una ciudad para todos, en un lugar donde cada persona en este planeta puede encontrar un espacio que lo identifique, puede disfrutar plenamente la esencia de la ciudad y puede adoptar un poco del estilo de vida americano.
Cuando pienso en Nueva York recuerdo las muchas películas y series en las que pude apreciar la belleza, la emoción, la popularidad o la crueldad de la ciudad, y no puedo evitar verme a mí misma en aquellas situaciones, jugando a ser el personaje principal que intenta lidiar con los obstáculos que esta impone, que vive la ciudad como si fuera dueño de ella o que vive asombrosas aventuras en medio de sus calles y parques.
Cuando pienso en Nueva York pienso en su historia, en la trascendencia económica, política y cultural que tiene para el mundo, y en la huella que deja tanto en sus habitantes como en sus visitantes.
Siento un gran deseo de visitar Nueva York... Tengo la emoción de saber que algún día estaré allí para admirar su arquitectura, sus rascacielos, sus museos, sus parques, sus restaurantes y por supuesto, su gente. Sé que Nueva York espera por mí... Así que continuaré soñando el día en que ese momento por fín llegue.
